Recursos de Educación Socioemocional para los más peques
El animómetro ayuda a los niños a identificar y nombrar sus emociones a través de dos variables: el agrado y la intensidad, usando códigos de color. Al observar en qué “cuadrante” están, aprenden a tomar conciencia de cómo se sienten y a elegir estrategias de regulación emocional. Es una herramienta visual muy eficaz para iniciar conversaciones diarias sobre el clima emocional del aula.

Dinos, ¿cómo te sientes ahora y en qué cuadrante estarías?
2. Ejercicios de atención plena
Las breves prácticas de atención plena, como respiraciones guiadas, escucha atenta o pequeñas visualizaciones, les ayudan a calmar sus mentes y conectar con el momento presente. Además de reducir la agitación, fomentan la concentración y les preparan para transiciones más serenas entre actividades.
Te invitamos a que cierres los ojos y respires conscientemente 3 veces. ¿Cómo se siente tu cuerpo ahora mismo?
3. Jardín de la amabilidad
Este recurso propone crear un espacio simbólico (un mural, un panel o incluso plantas reales) donde se “siembran” actos de amabilidad. Cada vez que alguien de su entorno tiene un gesto amable, se añade una flor, hoja o dibujo. Es una forma tangible y motivadora de reforzar conductas prosociales y visualizar cómo crece la convivencia.

¿Recuerdas el último gesto amable que una persona tuvo hacia ti?
4. Ejercicios de consciencia corporal
A través de movimientos lentos, estiramientos, juegos de equilibrio o exploración sensorial, los niños pueden aprender a reconocer sensaciones físicas y a escuchar su cuerpo. Estas actividades favorecen la autorregulación y ayudan a canalizar la energía de forma saludable, algo especialmente valioso en la etapa infantil.
Te proponemos que cojas tus cascos, pongas una canción que te inspire y que, cerrando los ojos, dejes que tu cuerpo se mueva, libre. Siente la música y házla movimiento.
5. Sesión de acuerdos de convivencia
Destinar un pequeño momento semanal para revisar y crear acuerdos comunes permite que participen activamente en la construcción del clima de su entorno. Hablar sobre lo que funciona, lo que se puede mejorar y cómo cuidarnos fomenta responsabilidad, autonomía y sentido de pertenencia.
6. Preguntas Thunk
Las Thunk son preguntas abiertas, sorprendentes o aparentemente sencillas que invitan a pensar de manera profunda y creativa (por ejemplo: “¿Un sonido puede ser suave?”). Este recurso nutre el pensamiento crítico, da valor a todas las respuestas y abre espacios de diálogo donde pueden explorar ideas y emociones con libertad.
Te dejamos algunas preguntas Thunk: ¿Es posible elegir ser feliz? ¿Se puede ser valiente y tener miedo al mismo tiempo? ¿Sería el mundo más pacífico si los niños estuvieran a cargo? ¡Compártenos tus reflexiones!
Integrar estos recursos en los más pequeños no requiere grandes cambios, sino pequeñas prácticas constantes que transforman la convivencia y el bienestar de su entorno. Con propuestas inspiradas en Think Equal, les acompañas a descubrir quiénes son, cómo se sienten y cómo pueden relacionarse con el mundo de forma más consciente y amable.
